Arrugas, manchas, líneas...Echamos una mirada al protagonista para generar un cambio radical en tu piel, protegerte del sol y frenar el envejecimiento prematuro.
¿Por qué es tan importante usar protector?
Es fundamental el uso diario de protector solar para protegernos de los rayos UV y prevenir el envejecimiento prematuro de la piel. Junto a la polución, el estrés y la mala alimentación, los daños de los rayos UV son los culpables de generar imperfecciones en la piel, tanto estéticas como enfermedades cutáneas.
Por otro lado, también es importante recibir exposición solar para el adecuado crecimiento óseo y muscular, además de un bronceado saludable. El inconveniente es exponerse de más, y aún peor, hacerlo sin la debida protección.
Elegir el SPF adecuado
Lo primero que debes evaluar seriamente es el tipo de clima en el que vives y las horas de exposición directa que tienes. El factor 15 podría ser una protección suficiente para aquellos climas en los que no abunden las horas solares y la persona en cuestión no pase mucho tiempo al aire libre.
Naturalmente, en verano la protección debe ser mayor. Debes tener en consideración tu tipo de piel: si tienes una piel demasiado clara o pálida entonces necesitas una protección de SPF50. Si tu piel es más mestiza, entonces un SPF30 podría ser suficiente. Pero, sin importar el color, la protección debe ser obligatoria y diaria.
Dependiendo de la cantidad de exposición, debes reforzar la protección durante el día para asegurar un óptimo cuidado.
Si eres de las que aplicas el protector solar de manera separada a tu maquillaje, entonces presta especial cuidado con las áreas más delicadas: la nariz, la frente a la altura de las cejas y la parte inferior de las ojeras. Estas son zonas más en contacto con los rayos del sol, por lo que deberían estar más cuidadas.
No hay nada más estéticamente saludable que una piel saludable. Cuídala con el SPF correcto y podrás potenciar tu belleza.