El sol extremo nos puede dejar manchas en la piel, zonas irritadas y sensibilidad...pero, ¿te tomas en serio los riesgos que corres si no te cuidas? Desde envejecimiento prematuro hasta cáncer de piel, es preciso no subestimar los peligros del sol.
Hace un par de años atrás, lucir una piel bronceada era sinónimo de buena salud. Pero esa idea ha cambiado y, hoy en día, tener un bronceado exagerado significa un descuido imprudente. Un poco de sol es necesario pero un exceso de rayos UV puede causar serios problemas, como el melanoma.
¿Qué es el melanoma?
Se trata de un tumor maligno que se produce como resultado a exposiciones abruptas y cortas a los rayos UV sin una protección solar adecuada. La intensidad de las consecuencias es medida con las quemaduras que aparecen luego de salirse del sol, generalmente en forma de manchas color café.
En el 35% de los casos se trata de lunares preexistentes, por eso es tan importante que vayas a chequearlos con frecuencia y que tengas registro de la pigmentación y tamaño de los mismos. Si bien todas las personas pueden padecer esta enfermedad, son más propensas a sufrirlo aquellos que poseen más de 100 lunares.
El melanoma puede curarse completamente bajo tratamiento médico si es diagnosticado en el primer estadio. Por eso es necesario que al menos una vez al mes revises todo tu cuerpo (especialmente cuero cabelludo, cuello o espalda) y que hagas una visita anual a tu médico dermatólogo.
Si quieres saber más sobre esta enfermedad, puedes obtener más información en el artículo Todo lo que debes saber sobre el melanoma y cómo prevenirlo aquí.
¿Cómo cuidarse de los peligros?
Recuerda: debes prestar mucha atención no sólo a los lunares o manchas sino a cualquier zona de tu cuerpo que se vuelva más roja que lo habitual. Lo mismo ocurre con la picazón o irritación que puedes llegar a sentir luego de exponerte al sol.
Es fundamental que tomes medidas preventivas al momento de cuidarte: no te expongas en horarios peligrosos, aplica protector solar con alto FPS y debe mucha agua mientras tomas sol. Al finalizar, hidrata tu piel y aplica un producto post-solar que devuelva a tu piel lo que necesita.
Recuerda que cualquier lesión que produzca el sol causa efectos secundarios como piel dañada, envejecimiento temprano y sequedad. Ante cualquier duda, debes acudir al médico especialista.