Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, pero ¿cuántas de nosotras realmente se hacen el tiempo para un comienzo saludable cada mañana? El nutricionista Raphaël Gruman revela los beneficios de pasar un poco de tiempo extra en la cocina.
Cómeme, bébeme: ¿por qué el desayuno es tan importante?
La mayoría de nosotras luchamos cuando se trata de levantarse de la cama por la mañana, pero ¿qué podemos hacer cuando esa sensación de sueño no termina nunca y, al contrario, dura todo el día? El nutricionista Raphaël Gruman explica: "Cuando nos despertamos después de una noche de sueño nuestros cuerpos están deshidratados. Esto conduce a una sensación de fatiga, por ejemplo, una caída del 2% en los niveles de agua del cuerpo puede resultar en tener un 20% menos energía durante todo el día”.
¿Que quiere decir esto? Que la hidratación debe comenzar apenas abres los ojos por la mañana. Además, Raphaël recomienda beber una taza de agua caliente con limón quince minutos antes de comer. Esto actuará como un "abridor" para tu sistema digestivo, estimulando tu metabolismo y preparando el cuerpo para la primera comida del día.
Consejos de Raphael para un desayuno equilibrado
¿Te despiertas hambrienta por las mañanas? ¡Buenas noticias! Raphäel dice que un buen desayuno nos da combustible para el resto del día, lo que significa que cuanto más completo sea el desayuno, mejor. Si estás buscando tener una explosión energética, no te pierdas estos ingredientes clave:
-Azúcares complejos. Raphaël recomienda unas rodajas de pan integral para proporcionarle a tu cuerpo la dosis que necesita para ponerse en marcha.
-Proteínas. Si eres fan de los huevos, el salmón, el queso o los frutos secos, sumalos a tu plato y mantiene tu cuerpo óptimo durante todo el día,
Ahora bien, si no puedes manejar la idea de un desayuno sustancial, Raphäel dice que es importante asegurarse de que las comidas estén equilibradas durante el resto del día. Pero además, es una cuestión de actitud. Por ejemplo, irse a la cama muy tarde puede significar una mala noche de sueño lo que se traduce a menos ganas de levantarse a la mañana para hacer el desayuno. ¡Apuesta por un desayuno potente!