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La afeitada: buenos hábitos para evitar los granos

Los granos y la afeitada no se llevan nada bien. Guía práctica para mantener un rostro saludable.

La afeitada: buenos hábitos para evitar los granos

Hablamos de hombres, ¡no ya de adolescentes!, que de todos modos tienen granos. Y la afeitada se realiza a menudo con sangre, sudor y lágrimas. Entonces, ¿cómo hacer para evitar estas molestias? Le pedimos a Loubna Id Said, asesora dermocosmética farmacéutica, una respuesta precisa.

Cuando rasurarse provoca granos

Las hormonas masculinas de las que los hombres obtienen su “sex appeal” son las mismas que estimulan las glándulas sebáceas, generalmente, hiperactivas en los hombres de 15 a 30 años. “Los hombres con la piel grasa deben estar particularmente atentos a los principios activos que contienen sus productos de afeitado y cuidado”, aconseja Loubna.

El criterio que debe primar en la elección de un producto es su acción antibacteriana. En efecto, desde el momento en que uno rasura una piel con imperfecciones, las bacterias van a anidar directamente en los cortes y en los pequeños raspones, produciendo infecciones responsables de la aparición de nuevos granos.

No al jabón a la hora de afeitarse

Señores, si tienen granos, ¡las espumas para afeitar a base de jabón deben evitarse! ¿Por qué? “El jabón es muy corrosivo”, explica Loubna Id Said. “Puede contribuir a la superproducción de sebo, ¡lo último que necesita una piel grasa!”.

La afeitada constituye, ya de por sí, una agresión para el rostro. ¿Por qué agravar el problema con la aplicación de productos irritantes? Loubna Id Said recomienda elegir una espuma para afeitar sin jabón enriquecida con emolientes, como la glicerina. Los agentes suavizantes facilitan, en efecto, el deslizamiento de la hoja de afeitar sobre la piel y reducen así los riesgos de inflamación o de quemadura.

El principio “sin jabón” vale, también, para los limpiadores. “Los geles antibacterianos que contengan ácido salicílico no solo purifican la piel sino que contribuyen también a la eliminación de la piel muerta, que obstruye los poros y puede provocar la aparición de imperfecciones, puntos negros o pelos encarnados”. Es bueno saberlo: el simple gesto de masajear el rostro con un gel limpiador permite liberar eficazmente a la piel de sus impurezas.

Consejo: estén atentos a que su espuma contenga alumbre para prevenir el sangrado de los pequeños cortes.

Hidratemos la piel después de afeitarnos

Las pieles grasas pueden también tener sed. “La afeitada destruye la película hidrolipídica, protectora de la epidermis, lo que ocasiona, incluso en los hombres con piel grasa, la sensación de sequedad y tirantez”, explica Loudna. Un tratamiento hidratante especialmente diseñado para pieles grasas debe ser aplicado inmediatamente después de la limpieza y la afeitada. En este caso, elijamos un producto completo que, además de exfoliar la piel, combata los granos gracias a su acción antibacteriana.

Una última precisión de nuestra especialista: no olvidemos que el rostro entero tiene necesidad de ser hidratado y no únicamente las zonas sometidas a la afeitada. “Los productos específicamente formulados para los hombres con piel grasa tienen la ventaja de impedir que su nariz y frente brillen”.

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