Si tu patrón de sueño está sufriendo como resultado de su vida social, sigue leyendo para obtener algunos consejos sobre cómo volver a estar en sintonía con el ritmo natural de tu cuerpo para lucir una piel más sana y joven.
El estrés, el cansancio y la fatiga a largo plazo afectan la forma en que envejece nuestra piel. Estos factores junto a una vida social muy activa pueden desencadenar una alteración en nuestro ritmo normal de sueño, es por eso que queremos contarte sobre los efectos de la falta de descanso en nuestra piel.
Cómo la falta de sueño afecta a nuestra piel
¿Llegaste un poco tarde anoche después de otra fiesta? Probablemente tu piel sienta los efectos secundarios de esas horas menos de sueño a la mañana siguiente. La falta de sueño -o la mala calidad del mismo- restringe el flujo sanguíneo hacia la cara, dejando la piel más tensa o más sensible de lo normal, dando a la cara una apariencia cansada o sin brillo. La piel se repara sola mientras dormimos, combatiendo los efectos de los radicales libres, el daño de los rayos UV y restaurando los niveles de colágeno, por lo que no descansar ocho horas completas puede hacernos despertar con una tez opaca. Afortunadamente, hay algunos consejos simples que puedes seguir para recuperar tu brillo para siempre.
¿Cómo recuperar tu sueño habitual?
Aunque no salgas de fiesta como en 1999, quedarte hasta tarde devorandote una serie tampoco te favorece. De vez en cuando, todos necesitamos una desintoxicación digital, así que trata de evitar los períodos prolongados frente a tu Instagram antes de acostarse. Si evitas los dispositivos que emiten luz azul, que tienden a interrumpir el ritmo circadiano, tendrás un sueño más relajante y te levantarás más descansado la mañana siguiente.
El alcohol puede hacer que te sientas deshidratado, así que cambia tu copa por un vaso de agua 90 minutos antes de apoyar la cabeza en la almohada para evitar interrumpir el ritmo natural del sueño. Finalmente, incluso el cigarrillo ocasional puede causar estragos en tu patrón de sueño. Fumar, especialmente justo antes de acostarse, donde puede interferir con su capacidad para experimentar un sueño profundo, es un ¡NO! si estás buscando preservar la salud de tu piel a largo plazo.
Intenta realizar estos pequeños cambios en la rutina para mejorar tu descanso. Lo notarás en tu cuerpo, en tu mente y sobre tu piel.