Las bajas temperaturas pueden causar daños severos en tu pelo. Acá te damos las claves para protegerlo durante la época más fría del año.
Las bajas temperaturas, la humedad, el viento o la lluvia pueden afectar a tu cabello y modificar su estructura capilar. La buena noticia es que podés evitar que esto suceda y así lucir un pelo sano en cualquier estación. En esta nota te damos consejos expertos para que este invierno tu cabello permanezca intacto.
1- Atención al lavado
En shampoo y el acondicionador deben ser formulados para tu tipo de cabello (graso, seco o normal) y con un pH neutro de manera de no alterar el natural del cabello. Si bien no hay nada mejor que ducharse con agua caliente durante el invierno, lo mejor (tanto para el pelo como para la piel) es utilizar agua tibia ya que las temperaturas altas o bajas pueden afectar el brillo natural y la fuerza de las fibras capilares.
Se recomienda lavarlo entre 3 y 4 veces a la semana, y realizar un buen enjuague tanto del shampoo como del acondicionador antes de terminar ya que los restos de estos productos puede afectar al brillo y la textura del cabello. ¡Y ojo con el acondicionador, se aplica solo en las puntas!
2- El secado y peinado
Al terminar el lavado, lo ideal es sacar el agua residual con una toalla apretando suavemente y luego dejarlo secar a temperatura ambiente. Si el uso del secador es inevitable, entonces la clave es aplicar un protector térmico (como el aceite de argán) y mantener una distancia de 20 cm. para minimizar los daños que produce el calor.
Al momento del peinado lo mejor es utilizar un cepillo de fibras naturales. Y para finalizar, siempre es bueno aplicar serum que proteja el cabello de las bajas temperaturas, que controlen el frizz o nutran e hidraten las puntas que suelen ser las primeras víctimas del frío.
3- Protección extra
Por un lado, es fundamental recortar las puntas cada 2 a 3 meses para mantener las fibras saludables. Por otro lado, en invierno, se recomienda el uso de gorros que protejan el cabello de bajas temperaturas, lluvias o nevadas. Sin embargo, es importante elegir aquellos que no ajusten demasiado el cuero cabelludo y emplearlo por periodos cortos de tiempo.
¿Un plus? La dieta equilibrada. Consumir alimentos ricos en vitamina A, B y C, zinc y hierro mejora y fortalece la salud de nuestro cabello.